Proclama mi alma la grandeza del Señor

Humildad de San Juan Bosco.
Al referirnos a la humildad no podemos dejar de lado que tal expresión tiene que ver con humus, con aquello que está a ras de tierra, con lo pequeño en sentido superlativo. Sobre todo, tiene que ver con un reconocimiento personal de esa pequeñez. Al iniciar hoy nuestra novena en honor a San Juan Bosco, empezamos hablando de la humildad de nuestro Padre. Empezamos por reconocer, al mismo tiempo, su pequeñez y su grandeza. Pequeño, ante la tarea que el Señor le ha encomendado. Grande, por la respuesta que ha sabido dar.
El sueño de los nueve años nos muestra a Don Bosco que no se siente apto para la tamaña misión que se le está encomendando, y así, el resto de su vida, será un constante reconocimiento de esta pequeñez… hasta el punto de que llega a reconocer 1) Que si hubiera tenido más fe… y 2) Que Ella lo ha hecho todo…
En definitiva, para Don Bosco, es Dios que va obrando en su vida, nada de lo que va haciendo es un merito propio, sino un milagro de Dios. He aquí que, en Don Bosco, referimos humildad a la admiración ante las maravillas del Señor, que le sobrepasan y le interpelan.
Cantar la humildad de Don Bosco es cantar la respuesta de nuestro Padre al Amor gratuito de Dios. Es reconocer la presencia amorosa de Dios en su vida y que él se ha ido llenando de esa presencia y que ha actuado conforme al Espíritu de Dios. Cantar la humildad de Don Bosco significa reconocer en él un sentido de gratitud ante esa presencia de Dios en su vida. En efecto, quien es humilde no puede sino ser agradecido. Quien realmente reconoce la acción gratuita de Dios no puede sino proclamarla.
Estamos invitados, pues, a reconocer la acción gratuita y amorosa de Dios en nuestra vida, que no ha mirado con los ojos de los hombres, sino con sus propios ojos, que ven el corazón…Laura Vicuña nos da, en este inicio de la novena, testimonio de ello, de cómo Dios va haciendo cosas grandes en nuestras vidas. Ella respondió como una verdadera discípula, entregando su vida por amor, para que su madre encontrara vida y vida en abundancia… así nosotros estamos llamados a entregar hasta nuestro último aliento por amor, entre los jóvenes más pobres y en situaciones de riesgo.